1. Cocina el arroz en una cacerola con leche, medio vaso de agua y una pizca de sal durante 25 minutos.

2. Escurre el arroz y transfiérelo a un recipiente, dejándolo enfriar.

3. Agrega un huevo batido, queso grana rallado, nuez moscada y pimienta al arroz. Mezcla bien.

4. Deja que el arroz se enfríe por completo.

5. Con una cuchara, toma porciones de arroz y dales forma de cilindros, enrollándolos con las manos enharinadas.

6. Pasa los cilindros de arroz por el huevo batido restante, previamente salado.

7. Luego, cubre los cilindros con pan rallado, asegurándote de que estén completamente cubiertos.

8. Calienta abundante aceite de oliva en una sartén.

9. Fríe las croquetas de arroz en el aceite caliente hasta que se doren y estén crujientes.

10. Escurre las croquetas en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

11. Sirve las croquetas de queso calientes como aperitivo o acompañamiento.