Para una variante más ligera, puede sustituir el azúcar por un edulcorante y el helado de nata por una versión baja en calorías. Esto no sólo reducirá las calorías, sino que también hará que el postre sea apto para personas a dieta. Recuerde disfrutar de este postre inmediatamente después de su preparación para aprovechar al máximo su frescura y cremosidad.